El norte de Chile es conocido como una región de 300.000 km2 con menos de 2 millones de habitantes. Cuando se habla de esta parte de Chile, lo que primero viene a la mente es un lugar desértico, hostil y árido. Pero nos oculta muchas sorpresas. ¿Qué ver en Chile?
Lo que hay que hacer en el desierto de Atacama...
En el desierto de Atacama, lo que más prefieren los turistas es poder dormir bajo las estrellas. Este desierto se extiende desde Arica, en el extremo norte de Chile, hasta Antofagasta, unos 600 km más al sur. Esta región es conocida como la más seca y árida del mundo. Pero hay algo bueno en ello: tiene cielos muy claros. Los entusiastas de las constelaciones están seguros de encontrar algo que les convenga, todo lo que necesitan hacer es llevar sus telescopios con ellos. Pero en caso de que lo olvides, varios hoteles y posadas del desierto de Atacama tienen telescopios y organizan "noches astronómicas" para aprender o mejorar tu conocimiento de las estrellas. Además, este desierto también tiene muchos atractivos geológicos, si sólo hablamos del Valle de la Luna, los penitentes congelados, la Laguna Verde, etc.
¿Qué hacer en San Pedro d'Atacama?
San Pedro d'Atacama es el principal destino turístico del norte de Chile. Se encuentra a 2438 metros sobre el nivel del mar, en la desembocadura del mayor río que drena el Salar de Atacama. Es el hogar del famoso Río Grande, considerado la capital arqueológica de Chile y ha sido declarado "Zona Tradicional" por las autoridades. Además, es útil saber que este pueblo recibió su nombre de los atacameños, los habitantes originales de esta zona y el pueblo precolombino más desarrollado de Chile. Se les conoce como los primeros agricultores de Chile.
¿Qué hacer en la Cordillera de los Andes?
En la Cordillera de los Andes, es posible caminar a gran altura. Pero también se puede esquiar allí durante el verano europeo (de junio a octubre). Podemos ir, por ejemplo, a Valle Nevado, el más importante y moderno centro de esquí de Chile. Para los más experimentados, es aconsejable ir a Portillo, el patio de recreo de los esquiadores chilenos experimentados durante medio siglo. Pero también está el Termas de Chillán, que ofrece aguas termales para un relajante après-ski.